martes, 14 de agosto de 2012

Sol levante

¿Qué hay de fabuloso en el rojo del atardecer?
Hoy mis ojos se han posado sobre un rojo atardecer, en un sol que clama, que sufre y se agobia, que tiñe al mundo de su pena. Un sol con alma de hombre que solloza en la lejanía de su esplendor. Llora porque ama con toda su masa y su poder.
Él, un sol hermoso, cubierto de llamas que adornan su vista con brillantez, sol bermejo, sol con traza de valiente, sol de fuego, sol con aires de opulencia, sol de fuerza y calidez, sol líder, sol ejemplo, sol tu vida, sol la mía.
Sol poniente entre brazos frondosos y verdes, contraste afable con su roja tez; se vuelve lívido y distante cuando lo miras otra vez.
Sé que llora, pues lo acoge el suspiro de la huida. No ve a su amada, ni de noche ni de día. Sueña y vive para verla, sin podérsele acercar. Pues si él la abraza por derecha, por izquierda o por detrás, calcina en vida, calcina y muere al verla marchar.
Amor coercido, amor fuerza vital, amor que mata y que muere mientras el sol se pone a llorar.
Clamor que sueña con poderse acallar, es su vida un martirio al que todos miramos sin mirar; ¡pobre sol! gigante y majestuosa estrella de amor, ¿acaso no es él lo suficiente digno de recibir un poco de lo que dio?
Sabrá sólo el Creador esa razón por la cual no es eterno el sol, ¿será esto justo, un castigo, o una prueba de Dios?
Veo su manto, colmado de gloria y de candor; oigo su canto suave y quedo, acompañado de un tambor.
Si pudiese , le amaría y me fundiría en su calor. Le grito que le amo, pero ya no me escucha, se ha ocultado, avergonzado por yo haber notado su momento de languidez. Quisiera abrazarlo y saciar su hambre de un nuevo ser. Seríamos fuego, color, resplandor, energía y vividez.
Pero, al ponerse, he leído en sus nublados ojos el secreto su timidez; se ha enamorado de la lluvia, de su gracia y su bondad. Lluvia vida, lluvia paz, lluvia risa y sanidad.
Lluvia su llanto, lluvia hecha mujer.
Lluvia y sol, en tanto, son explosión, son recuerdo y también  canción. Somos todos admirando, un amor vuelto color.

Dení Cabo
14/08/12