martes, 29 de octubre de 2013

No sé, llegué a pensar que sería él...

Mi mente me ha jugado bromas, de las cuales él ha sido la mejor.
Me he engañado y he incluso pensado que encontraría en él "el verdadero amor"
Que sería él con quien caminaría de la mano, con quién tomaría fotos sin razón alguna, haciendo caras de esas que la gente hace pretendiendo ser original.
Que un día le hablaría al futuro del hermoso pasado que a su lado logré pasar.
Que sería él con quien iría a fiestas y de quien estaría muy orgullosa de presentar, que mi familia diría "vaya, esos chicos no se podrían querer más".
Creí que él sería con quien caminaría, correría y que sólo él me haría volar; que jamás besaría otros labios, que no podría otro cuerpo anhelar.
Pensaba que sería él mi refugio, mi fortaleza, que no habría soledad.
Qué ilusa fui al creer que sería él quien estaba al otro lado cuando abrí la puerta, al pensar que estaría allí al voltear mi rostro hacia mi casa y al afirmar que ya no habría de escribir una vez más de esta forma, con el corazón vuelto tristes palabras.
No sé, qué tonta fui, soñé que sería él con quien ya no habría necesidades, con quien viviría todos mis años sin sufrir a falta de un hombre.
Incluso pensé en ser sumisa, en ser una mujer apegada a la autoridad de quien supuse que sería digno de respetar.
Realmente creí que sería él con quien ya no tendría que fingir, con quien podría dejar de actuar como la mujer fuerte que en realidad no soy.
Hubo veces en que sin duda alguna pensé en formar una familia, pensé en los muebles, de qué color podríamos pintar la casa, el nombre de nuestros tres hijos y sobre todo, en la clínica dental.
No me importó cambiar mi futuro, ni me importó que viva hoy este presente, no me importó casi nada porque...
No sé, llegué a pensar que sería él.

Dení Araoz