domingo, 1 de septiembre de 2013

Danza


Qué bellas manos las que me sostuvieron,
qué bellos ojos los que me vieron,
qué bellos labios los que dijeron
las bellas palabras que me estremecieron.

Qué fina tu mano sobre mi cintura,
qué tibios tus dedos sobre mis hombros;
con tal sutileza ganaste mi asombro,
cautivaste mis ojos con tu galanura.

Tanta emoción acelera mi tiempo,
la excitación oprime mi pecho,
oprime tanto que adolece mi cuerpo.
Mi calma se esconde en un sitio estrecho.

Con cada gota de sudor
se contrae aun más mi cuerpo,
y con cada muestra de mi amor
pierdes poco a poco lo cuerdo.

Dení Cabo
02/01/10
Orizaba, Veracruz
México